Un rastreo algo complicado.

Una sonrisa algo ironica, extrañada junto con un movimiento de sus cejas alzadas por la ultima respuesta se llevó a cabo en su rostro. ¿..Un...Paseo...? Menudo lugar para pasearse por gusto... Dijo sin creerle mucho posando sus manos en su cadera tactando su gabardina y ladeando un poco el rostro a ver a su tetrico y casi invisible alrededor.

Calma, calma. Dijo moviendo sus manos al verle pisar con fuerza y sonreir algo sarcastico esperando no tener que enfrentar la ira de una mujer. Niro a cada lado de forma algo descuidada y luego volvió su vista a ella con bastante curiosidad. Bueno.. esperando esté más calmada, aprovecharé de decirle almenos mi nombre, señorita. Alzó la mano con una sonrisa amistosa y bastante sencilla buscando estrechar la de la mujer. Ryuji, Ryuji de Redborn.

Lo mismo podría decir de usted... Amplió la sonrisa por su extraño nombre y luego de estrechar su pequeña mano, la soltó regresando la suya a su cadera irguiendo un poco su cuerpo y sacando algo de pecho. Puedo... Preguntar el ¿Por qué una señorita como usted se andaba paseando por un lugar tan... horrible y peligroso? ..más aún sin saber nadar... Sin ofender, claro. Dijo ya dejando lo d eun simple paseo, si era de midgar, quizas buscaban algo aquí, aunque no por que "desconfiara" de ella, se mostraba amable por aparentar, el chico estaba siendo sumamente honesto.

No era una respuesta, almenos no una esperada, pero debido a los gestos de la joven, Ryuji no haría nada más. No preguntaría ni discutiría. Como cada cierto tiempo, recorrió el lugar con la mirada y luego echó un vistazo a su recien conocida. ...Creo que deberiamos ir saliendo de aquí, de todas formas, sus ropas no se secaran en esta niebla...

Claaaaro que sí. Sigame. Dijo energicamente de forma algo melodiosa y dandole esto un tono gracioso, caminó hacia adelante a paso suave haciendole un ademan a la chica para que le siguiera camino a entre los arboles. Mantenga bien abiertos los ojos, este bosque está lleno de coasas que de seguro no le agradará toparse. Dijo advirtiendo, pues aquel bosque tenía cada criatura extraña que era un infierno blanco y humedo. Posó la mano derecha sobre la empuñadura de su espada estando siempre alerta, sabiendo por donde iba, pero nucna confiado.

En el silencioso y humedo caminar, podían oirse solo sonidos semejantes a los de sus aguados pasos, algunos siseos y emsiones insectoides, sonidos algo guturales, aunque bajos, más no infensivos. Entre arboles y aboles, podrían apreciarse a veces cosas resptando por el piso, alejandose del caminar de los guerreros allí en avanse, o también, como las arañas de medio metro y enormes patas, asomandose sinuosamente por los costados o por encima. Él no dijo nada, sus sentidos estaban desconfiados y alerta en los alrededores.

Yo en verdad paseaba por allí, esperando encontrarme con alguna cosa que se parece a una araña metalica. Dijo sin pudor alguno al describir la criatura que por extraño que sonara, exisía. Soy herrero y esas criaturas estan hechas o más bien, poseen un material que sirve para hacer muchas cosas, cables, cañerias, cubiertos... Se volteó para mirarle por encima dle hombro y dedicarle una sonrisa.