Residencia Fortune

Nunca se imaginó haciendo cosas como tales y de echo las encontraba algo asquerosas de verlas en fotos, revistas o temas de conversación con algún amigo o su madre quien era bien liberal ante dichas platicas.
Se separó de ella aún sujetandole de la cintura y dandole un corto y sonoro y dulce besito superficialmente en los labios, siguió mirandole con una sonrisa.

¿Te ha gustado? Si le respondía posivitavemente, su dedo ya staba utado nuevamente con otro poco de la blanca sustancia, lista apra ser depositada ahora en donde quizo colocarla desde un principio.

No quería admitirlo, pero su cuerpo hablaba por ella así que no pudo tampoco negarlo y ocultar los primeros indicios de su excitación se hacía tarea imposible al tenerle tan cerca y, sobre todo, tener sus manos ocupadas. Viendo que no tendría escapatoria de todas formas asintió muy levemente, avergonzada tras el beso que quiso corresponder, pero al que no le dio tiempo.

Inmediatamente tras su muda respuesta le untó el pezón acariciandolo con los dedos embetunandole en el dulce que habia cogido antes, aprovechando de estimularle un poco y darle leves caricias y empujones que no estaban emás para aquel rosado monticulo de carne. Luego de mirarle a la cara y sonrojarse por un leve cargo de conciencia, le tompo de la cintura con el brazo derecho y le acercó más a el llevando sus labios a abrirse completamente para devorarle el pequeño busto o lo que pudiera de este, dandole una leve succión y luego, rodear toda la coronación del seno con la lengua en forma lenta y en movimientos de espiral, limpiando absolutamente todo el dulce de esta y aunque quiso seguir, se separó pronto emitiendo un gemido al bajar al rostro por la verguenza.

Me siento demasiado degenerado haciendote esto en esa forma... Djijo casi riendose por lo bajo de si mismo sin levantar la cara y relamiendose los labios.

Un gemido seguido de otro fue todo sonido que la boca de la fémina emitía cuando el dulce era untado sobre el rosado mónticulo que a cada caricia se endurecía más. Se encogió de nuevo, frotando sus piernas la una contra la otra y aprovechando que sostenía la camisa por abajo se aferró a esta. Sus orbes quedaron entrecerrados y vidriosos para cuando Kenryu le acercó y casi literalmente devoró su seno, haciéndole gemir un tanto más fuerte y ruborizarse un poco más al sentir la ávida lengua recorrer esa sensible zona de su cuerpo. Su rostro casi se tiñó en decepción cuando él cesó de lamer su pecho, pero le miró un poco preocupada por si pasaba algo, sin embargo, las palabras del varón le hicieron sonreír y, moviendo sus manos de lugar, las posó en las mejillas ajenas para alzar su rostro y darle un beso en los labios. No se retiraría, es más, masajeó un poco los contrarios manteniendo su boca abierta a la espera de alguna acción de parte del ojiazul.

Si no fuera porque cada vez le complicaba menos el reconocer que sabía que fuera un zorro, una rubia sexy, una niña linda, una anciana o un luchador de boxxeo profesiona, era siempre ella, habría retirado el rostro evitando el beso a toda costa pero cuando esta ya le empujaba los labios este gimió su nombre como volviendo a reprocharle lo mismo, se sentía un pederasta poco más pero aún así no detubo el beso y hasta movió el platillo con los pasteles hasia la izquieda dejandolos cerca de la almohada y tomó a Ashura de la cintura apegandola a su cuerpo abriendo un poc más la boca y llevandosela encima recostandose en la cama con las piernas colgando del borde y emitiendo una especie de ronroneante gemido al incluso hacer el beso algo apasionado.

Viendo que no recibía negativa alguna la joven siguió besándole, adelantando su lengua pocos segundos antes de ser atraída aún más hacia él y caer encima suya con su liviano peso, dejando aplastar sus, en comparación con su otra forma, pequeños pechos contra el torso ajeno y acomodándose de manera que quedó sentada sobre la pelvis del varón y su cola entre las piernas de este sin dejar de besarle y obviamente, habiéndose subido un poco la prenda, revelando gran parte de sus muslos. Sus manos cambiaron de posición, descendiendo del rostro de Kenryu para posarse sobre sus hombros y bajar hasta llegar a su cintura, donde buscarían introducirse bajo su camisa para acariciar su piel. La había tentado en el baño aunque no fuera a propósito y ahora la había excitado con sus acciones, le tocaría cargar con las consecuencias de tener a la pequeña kitsune cual hembra en celo, quizá no tan exagerado o animalesco, pero similar.

Estaba algo sorprendido por como ella en forma infante parecía ser más candida que en su forma adulta o la que él creía adulta pues aún le quedaban quizas por ver cuatro transformaciones más. Cuando las manos empezaron a surcarle el pecho kenryu se estremeció por completo y arqueó la espalda soltandole a ella la cintura para subir a levantarle la prenda dejandola ya con esta peuesta solo por las mangas en sus delgaditos brazos y de no ser por estos, la tenía completamente desnuda encima suyo.

Luego abrió más la boca para que si ella quería surcar con su lengua el calido y dulce abismo de su cabidad. Por otra parte, levantó los brazos en su totalidad echandolos hacia atras apoyando las manos contra la pared con algo de fuerza y con los codos hacia adelante a cada lado de su rstro entregandose en posición totalmente a Ashura asi como también al estirarse y arquearse, amrcar más su musculatura que si bien no era mucha, a la vulpina parecía gustarle de todas formas y ahora le tenía a completa merced.

Sonrió para sus adentros al notar la efectividad de sus caricias sobre él, lo que le incitó a seguir y no detenerse. Levantó un poco su torso, separándose del ajeno para facilitar el deslizar de su única prenda y darle más espacio a sus manos para acariciar al tiempo que la diestra desabotonaba la camisa que subía a cada ascender de su zurda. Ante la invitación la fémina no dudó un solo instante en introducir su lengua en la boca ajena, recorriéndola y buscando su contraria para acariciarla, instándola a hacer lo mismo con friegas y roces. Si se parase a pensar durante un momento le parecería irónico que después de lavarse ambos ya estuvieran "de vuelta al ataque", pero le dominaba su deseo por Kenryu y su razón estaba en un segundo plano por el momento, sobre todo cuando, abierta ya la camisa del varón, sus manos pudieron acariciar todo el torso de este, delineándo los músculos e incluso rozándo "sin querer" los pezones ajenos sin dejar de comerle la boca a cada segundo.

No le negaba nada y mucho menos la lengua pues apenas la de Ashura entró a su boca, había pensado en retenerla y ahcerle buscar pero que diablos, asomó la lengua d einmediato apra comenzar a frotarsela de lado a lado y realizar algunos movimientos en espiral como los que realizó sobre su pezón; ahora en la punta de su lengua. Sus brazos flaquearon un poco por las caricias y hasta su boca sedió acompañando a su rostro a ladearse ahcia la izquierda cuando sus pezones fueron rosados ahciendole soltar un sensual y sonoro: ¡Ah!~ Apretando los ojos y arqueandose entero.

Cuando el beso se cortó Ashura aprovechó para respirar y observar la expresión en el rostro de su amo, habiendo estado más que satisfecha de escuchar tal gemido por lo que una nueva caricia leve en ambos montículos rosados con sus índices mientras el resto de sus dedos seguáin vagando por la piel cercana. Su boca no se quedaba atrás pues viendo que los labios quedaban fuera de su alcance fue por otro objetivo: su cuello, el cual lamió de abajo arriba hasta llegar al oído donde dio un suave mordisco al lóbulo tras haberlo bañado de su cálido aliento.

¡N-Ni te acerques a la oreja...! Exclamó intentando proteger su pudor aguantandose en siseos y rechinados dientes presionandose una mandibula contra la otra al sentir las caricias en sus pezones, maldecía tener la piel tan sencible aunque se sentía realmente bien. Gimió tres veces más fuerte cuando la boca y sus deribados hicieron contacto con su cuello y seguido su oreja pues esta ultima era un punto en verdad sobrenaturalmente sensible del peliblanco. ¡¡M-Aaaah!!~ Dos lagrimitas llegaron a somarse por sus oidos aunque para nada de dolor, su miembro aumentó de temperatura tanto y más que todo su cuerpo que perdió equilibrio y se dejó tumbar en la cama al este perder fuerza en los brazos haciendo que estos cayeran a los lados de su cuerpo con las manos a la altura de su cabeza. Su respiración estaba tan fuerte como cuando estaba teniendo sexo con ella hace unos minutos y de no ser porque esta no sintió ningúna sustancia entre su cuerpo y el de piel, cualquiera podría pensar el joven habría acabado.

Tarde para una orden que la fémina no escuchó y, por ende, no tenía obligación de obedecer. Sus labios llegaron a su destino y sus dientes siguieron acariciando dicha zona al mover ligeramente su mandíbula para efectuar roces entre sus dientes y la piel que apresaban, siendo siempre cuidadosa en sus acciones y se tumbó sobre él, dejando que su busto se apretara contra el torso ajeno mientras sus manos descendían hacia el vientre del varón, separado del propio por tener ella la cadera alzada. Abrió su boca para dejar que fuera su lengua la que se deleitase con el oído de Kenryu al tiempo que sus dedos índice y corazón de la mano izquierda amenazaban con introducirse bajo la prenda inferior del ojiazul y su diestra bordeaba el ombligo de este y, por otro lado, su pecho moviéndose de arriba abajo algunos centímetros por el balancear de su cuerpo que ejecutarían caricias entre sus senos contra la arfiente piel bajo estos.

Su pecho se inflaba cada vez con más fuerza, Su cabeza quería girarse pero los solos estimulos en su oido, la suave lengua humedeciendole le hacia estremecer y no poder voltear la cara. Sus dedos se encogían y abrían como los de un bebe que intenta llamar la atención y sus piernas constantemente se cerraban apretando sus testiculos con sus propios muslos haciendole solo más placentera la situación. El pecho lo sentía apenas apretado por eld e ella pero sentía la humedad de su cuerpo recorrerle con cada rose que esta daba al fregarse con el. M-Me vas... a hacer... a-acabar... S-Si sigues... así... yo... Dos gemidos más y por los movimientos de su cadera, no sería necesario que ella introdujera las manos pues por el tajo del pantalón su miembro se soltó asomandose erecto y palpitante ademas de ardiendo estando por la posición y tamaño de ambos cuerpos, la punta y glande cerca de donde se separaban los rosados glúteos de la hembra.

Sonrió de forma pícara cuando le escuchó pues esa era precisamente su intención pues de una forma u otra no iba a dejarle a medias. Su zurda se alzó, cogiendo al joven por la mejilla derecha para hacerle voltear el rostro a mirarla habiéndose separado un poco de él, no sin antes haberse deshecho de la prenda que la cubría que no era más que un pequeño incordio que cayó a los pies del platinado.

- ¿Qué es lo que deseas? -preguntó en un mero susurro habiendo detenido sus acciones al sentir el palpitante miembro chocar contra sus nalgas. Había diversas formas para hacerle terminar, le dejaría escoger cuál de ellas sería su siguiente movimiento.

Jadeaba como loco cuando esta le habia tomado el rostro, le tenía al borde del extasis y el placer en esos momentos entonces ¿por que justo ahora le tenía que preguntar y detenerse? Cualquier cosa le hubiera echo estallar incluso un simple beso en la punta del miembro, no tenía neuronas, tenía hormonas en la cabeza que le impedían pensar y apenas hablar. Le miró con ruego de que siguiera con lo que se le ocuerriera y a la vez casi enfado por haberse detenidoy para demostrar aquel mismo enfado desidió actuar el mismo y con cero delicadeza, bajar la cadera, tomarle por la cintura y cuando su miembro estubo apoyado y comodo de una sola vez contra su entrada intima, la jaló hacia abajo de una sola vez estocandole al introducir todo el miembro que de ese solo camino le hizo doler, si, pero terminó por en solo esa estocada estremecerse por completo y acabar dentro de la pequeña vulpina con la esperma ardiendo en el interior de esta y rodeando el miembro dnetro d ela cabidad mienrtas que este no había gritado, sino que habia soltado un gemido bastante bajo y relajado en comapración al que hubiera soltado si fuera de preguntas, se le hubiera hecho realmente cualquier cosa en su masculinida o e su cuerpo que ya bien conocido sería por la pequeña.

Cuando él le miró de aquella forma la joven ya supo que no iba a responderle, por lo que, habiendo tenido ya planeada la forma de hacerle acabar, pensó en llevarla a cabo mas todo movimiento de su parte fue detenido cuando la tomó de la cintura y la penetró de forma ruda, mismo momento en que la kitsune arqueó su espalda y gimió de forma notable, aumentando el volumen de dicho gemido a medida que la esencia ajena le invadía por dentro. Era una sustancia ardiente, que poco a poco se fue tornando cálida y que casi pudo hacerle terminar a ella también al sentir el hinchado miembro en su estrecho interior. Sin embargo su excitación aún duraba y eso fue lo que le hizo mover un poco la cadera hacia arriba y bajarla casi al instante y por mero instinto, queriendo sentir aún más tiempo a su amo, pero quizás este ya no tendría fuerzas para seguir...

Haía oido que acabar, es decir, un orgasmo era un orgasmo, pero había quedado en parte descontento y se daba cuenta de que no, un orgasmo no era un orgasmo asi como así, sabía que si tenía paciencia podría tener uno aún mejor pero no teía paciencia, por lo que cuando Ashura se movió, este se encogió un poco y le miró de ojos entrecerrados murmurándole un "golosa.." Antes de inclinarse hacia adelante tomandole por la cadera; sentandose en la cama con ella encima, obligandole a abrazarle con las piernas, no le obligaría a tomar su forma adulta o alguna orta, de las cuales presentía quedarse con las dos actuales y en si con la rubia, pero ahora estaba preocupado de querer llegar a un climax completo sin pausas ni interrupciones y mientras que descanzaba almenos un poco el miembro dentro de ella, fue él quién ahora s eimpulsó ahcia adelante y le mordió la oreja izquierda lamiendole el lobulo, peinandole este con la lengua al ser algo peludito y esponjoso. Sus manos se aferraron a la cintura ajena con la izquierda y a sus gluteos con la derecha bien abierta la cual daria el "golpe de gracia" o más bien "castigo" a la castaña vulpina.

Soltó su loblulo y entre seducción y sermón le susurró: La proxima ve que llegues a tenerme como hace unos minutos atrás, ni se te ocurra detenerme a preguntarme o decirme anda, incluso si un tren fuese a chocar la casa, no vuelvas... a... detenerte... y luego de dicha orden permanente, ruego o lo que fuera, dos de sus dedos se humectaron en fluidos ajenos acariciando parte dle miembro y de la vagina por detrás para luego subir y entar uno primero al ano de Ashura seguido segundos depsues dle otro, ambos lubricos y formando un grosor poco menor que el de su miembro pero que debido al tamaño de la kitsune, serían más que suficientes allí adnetro.

Cerró los orbes avergonzada por su acción al haber sido consciente de esta solo cuando él le murmuró aquel adjetivo, habiendo también aumentado el rubor de sus mejillas. Acomodó un poco sus piernas para rodear la cintura ajena con ellas, sintiendo como sus músculos apretaban el miembro de su interior cuando se movía por poco que fuera. Gimió y se encogió cuando las tornas cambiaron, siendo ahora ella la que no se podía resistir a las caricias en una de sus orejas, la cual se movió poco, buscando librarse de tales roces pero sin conseguirlo mínimamente siquiera.

Sus manos habían quedado aferrados a los laterales de la abierta camisa que aún descansaba sobre los hombros ajenos, encogida mientras escuchaba su nueva orden, semejando ser una mascota arrepentida por algo hecho mal. Asintió de forma leve para darle a entender que lo había comprendido y un nuevo gemido seguido de un completo estremecer de su cuerpo así como del surcar de una descarga por su espalda, la cual erizó su piel y todo su pelaje tanto de la cola como de las orejas, se dejaron notar cuando aquellos dedos entraron en su interior por el único lugar libre. Sus orbes quedaron entrecerrados y cristalinos así como su espalda arqueada y su boca abierta, respirando de forma agitada y entrecortada.

Comenzó a moverse ahora de forma más especial. Bajaba la cadera suavemente hasta dejar la punta de su miembro apuntando al agujero de la entrada de Ashura y solo siguiendo con los movimientos de los dedos en su ano, entrando uno y saliendo el otro de forma suave y continua, apretando con el pecho sus senos y mientras que se acercaba a su oido y le obligaba o más bien pedía:
Di que te gusta... Y cuando esta lo dijera, le penetraría denuevo y hasta donde su miembro alcanzara en su calido y estrecho interior. Le penetraría tres veces con movimientos de vaiven y luego volvería a sacarlo. Di "te quiero..." Y continuaría con juegos de tortura que no harían más que excitarle viendo como su amante pudiera llegar a avergonzarse.

Un gemido casi de decepción escapó de sus pequeños labios cuando el miembro abandonó su interior y, aún cuando los dedos seguían en su tarea de estimularla por detrás, eso no bastaba para complacerla. Se sonrojó por completo cuando le escuchó y su oreja se movió de nuevo, buscando acomodarse para escapar del aliento que sobre ella se derramaba antes de que la fémina complaciera tal orden, cortada por un gemido mayor que el anterior para cuando él la penetrase, volviendo no obstante, a sacar su falo de ella.

- A-amo~ Te q-quiero amo~ -el pudor inundaba su ser, sin embargo el placer lo aplacaba, ahciendo así que este no impidiera que la joven pudiera hasta gritar lo que decía incluso fuera de órdenes. Podría ser capaz de gritar aquello sin necesidad de que el varón se lo pidiera, pues lo encandilada que con él se encontraba solo aumentarían sus ganas de hacérselo saber una y otra vez.

No te oigo... Murmuró al oido ajeno teniendo un tono algo confuso pero al final comprensible en su ultima palabra pues la dijo con la lengua afuera al estarle lamiendo la mejillas hasta el lobulo de la oreja. Se mordía el labio casi hasta rajarselo al sentir el cuerpo de Ashura encima, frotando sus pechos ontra su cuerpo y los movimientos estrechos contra su miembro. Le encantaba esta le siguiera los juegos por lo que moviendo ahora su cadera en forma más continua comenzando a pasar todo su miembro entre las paredes de su intimidad, sus suspiros y gemidos comenzaron a aflorar ahora, sujetandole de la cadera moviendo la suya entrando y saliendo parte de su pene de esta generalmente dejando poco más de la cabeza adentro para luego meter o sacar todo el resto en
forma rápida y ritmica. A-Asume tu forma... A-Ashura... Ya no pudo aguantarlo más, era cierto que la adoraba y la quería fuese como fuese pero cuando se tratara de desearla, quería a esa rubia ahciendole gemir y gritar, quería esas colas sacudiendose y enormes pecho ahogando el rostro o aplastandose contra el suyo

Su cuerpo nuevamente comenzaba a marcarse en sudor, sus labios besaban el cuello y mentón de su amante y a veces le daba degeneradas lamidas desde el cuello hasta la oreja, meneandose de forma más lenta para no acabar antes de tenerla como él quería encima suyo.

Se estremeció cuando le escuchó y ya ni pudor ni vergüenza lograron detener sus palabras que se repetían alguna que otra vez y eran cortadas por cada gemido que de sus labios salía. Se mantenía encogida por las lamidas que surcaban su oído y cuello, haciendo que junto a ellas diversas descargas surcaran su columna, erizando su piel e incluso un poco su pelaje aunque claro estaba que tal detalle pasaba desapercivido para la fémina quien, ante la siguiente orden que él le dio, no tuvo más remedio que transformarse en la rubia que él deseaba. La luz dorada envolvió su cuerpo como las veces anteriores y en apenas un segundo su cuerpo ya volía a ser el de la adulta kitsune de peligrosas curvas y nueve marronadas colas que tras ella se movieron. Sus pechos, por su notable tamaño, quedaron aún más apegados y aplastados al torso ajeno cuando sus manos lo abandonaron para pasarse, gracias a sus brazos más largos, sobre los hombros ajenos para aferrarse a la espalda del varón sin quitarse de encima suya pues el miembro de este aún permanecía dentro de ella.

Entrecerró los ojos por la luz y hasta se sintió algo raro cuando sintió la piel ajena cambiar de textura, sentir la cabidad cambiar de tamaño y por asi decirlo, forma con su miembro adentro y luego sentir algo más de peso sobre este asi como esos jugosos pechos apretarse contra el suyo. Le contemplo tres o cuatro segundos en los que pareció emitir un morboso sorbeteo como su fuese a babear anteriormente al verla así encima suyo, volvió a introducirle los dedos en el ano ahora con algo más de dificultad por lo notablemente más carnosos glúteos que se encontraban por suerte abiertos y debía redondear con toda la mano y brazo por ela centuar de la cadera.

Aún no oigo el "Me gusta~" Ydandole una lamida a la cara inferior de uno de sus senos los cuales estaban al alcance de su lengua, introdujo un tercer dedo en la entrada anal de Ashura ahciendo el "miembro" que formaban sus dedos más ancho. Había ejado de mover apenas las caderas pues las emociones que vió en la pequeña quería verlas en la adulta o quias hasta voltearse los papeles poer lo que si sabía era que con ella podía tener de seguro el orgasmo deseado que le dejara tumbado en la cama sudando y empapado en extasis.

Su sonrojo seguía siendo claramente visible en sus mejillas ante la mirada que Kenryu le dirigía así como por el sonido que él ejerció poco antes de que la hiciera gemir al sentir de nuevo los dedos ajenos en su interior, ahora sumándole un tercero. Le miró suplicante como queriendo decirle que no le obligara a volver a repetir tales palabras. Si bien eran vergonzosas y antes no había tenido problema en gritarlas ahora era un tanto distinto, su carácter era el mismo, sumiso y entregado, pero la compostura que de adulta guardaba le impedía decirlo por mucho que en su interior deseara gritarlo hasta que se oyera en el primer piso.

Arrugó el entrecejo y movió con fuerza la cadera como un niño enfadado que hace berrinche, menudo berrinche al querer protestar dandole una potente estocada en su interior a la hembra pero aquello le jugó más bien en contra pues podria ser que los "me gusta" fuesen liberados por el, que ahora su miembro en una cavidad diferente; se había invhado y acalorado. Su rostro se sonrojó y en una cara cuya expresión era notable y suplicantemente libidinosa y necesitada, le rogó un:
¡Diii~ looo...! Bien gemido y agudo antes de sacarle los dedos dle ano y sujetarle con ambas manos esos enormes y redondos glúetoes gimiendo de solo tomarlos y comenzar a moverlos de arriba abajo apretándolos y haciendo así que la cadera ajena se moviera de forma oscilante en contra de su cadera haciendo que en cada ida de su miembro hacia adleante, ella viniera hcia él provocando los topes de su engrosado miembro contra la pared final de su intimidad.